Hoy
vuelvo de donde no
vine
despierto
acomodado en el cine
feliz
porque Piter Pan aun
vive,
Arrojando
aros de azul malva
Amando
hasta a quien no me
salva,
colgado
por colgarme en tu
falda,
pesado
para cuando hace
falta.
Duendecillos
que anidan mi
garganta...
Hablan
de sueños
que cualquiera los alcanza,
guerrilleare;
por acampar sobre tu
panza
amor de “cavaré”,
tu arrogante danza.
son de sol la clave
de nuestra torpe andanza.
Esperanza
para el oprimido
al longevo
calendario,
al olivo
y a la sombra de
este canario.
Yo
mañana volare
a cielos del
extrarradio,
no aguanto el frió de un chalé
ni el calor de su
escenario.
Aprendíz de Brujo